Este es un tema tabú en muchas iglesias y totalmente prohibido de mencionar siquiera en otras. Es un tema que casi siempre pasamos de puntillas y no lo mencionamos porque, sinceramente, muchas veces no sabemos ni que decir.

Quiero que veamos varias vertientes del suicidio, porque es que se habla tan poco del tema que quedan siempre cosas en el tintero. Hoy el tema se dividirá en varias partes:

  1. ¿Por qué se suicida la gente?
  2. ¿Puede un cristiano sincero llegar a suicidarse?
  3. Si un cristiano sincero se suicida, ¿a dónde va?
  4. ¿Cuál es el pecado imperdonable?

1. ¿Por qué se suicida la gente?

En Psychology Today los especialistas dicen que hay 6 motivos principales por los que la gente se suicida. Es importante entenderlo para entender si esto puede afectar a un cristiano o no.

  1. Están deprimidos. Esta es, sin duda, la razón más común por la que la gente muere por suicidio. La depresión grave casi siempre va acompañada de una sensación generalizada de sufrimiento, así como de la creencia de que escapar de ella no tiene remedio. El dolor de la existencia a menudo se convierte en demasiado para que las personas gravemente deprimidas lo soporten. El estado de depresión distorsiona su pensamiento, permitiendo que ideas como: «Todos estarían mejor sin mí» tengan sentido racional. No se les debe culpar por ser presa de pensamientos tan distorsionados como a un paciente cardíaco no se le debe culpar por experimentar dolor torácico; es simplemente la naturaleza de su enfermedad. Debido a que la depresión, como todos sabemos, casi siempre es tratable, todos debemos tratar de reconocer su presencia en nuestros amigos cercanos y seres queridos. A menudo, la gente sufre en silencio, planeando suicidarse sin que nadie lo sepa. A pesar de hacer que ambas partes se sientan incómodas, preguntar directamente acerca de pensamientos suicidas, en mi experiencia, casi siempre produce una respuesta honesta. Si sospecha que alguien puede estar deprimido, no permita que su tendencia a negar la posibilidad de una ideación suicida le impida preguntar al respecto.
  2. Son psicóticos. Las voces internas malévolas a menudo ordenan la autodestrucción por razones ininteligibles. La psicosis es mucho más difícil de ocultar que la depresión, y podría decirse que es aún más trágica. La incidencia mundial de esquizofrenia es del 1 por ciento y a menudo afecta a personas sanas y de alto rendimiento, cuyas vidas, aunque se pueden manejar con medicamentos, a menudo se desvían de su promesa original. Es tan probable que los esquizofrénicos hablen libremente sobre las voces que les ordenan suicidarse como si no, y también, en mi experiencia, dan respuestas honestas sobre los pensamientos suicidas cuando se les pregunta directamente. La psicosis también es tratable y, por lo general, debe ser tratada por un esquizofrénico para que pueda funcionar. La psicosis sin tratar o mal tratada casi siempre requiere hospitalización hasta que las voces pierden su poder de mando.
  3. Son impulsivos. A menudo relacionadas con las drogas y el alcohol, algunas personas se vuelven sensibleras e impulsivamente intentan terminar con sus propias vidas. Una vez que están sobrios y calmados, estas personas generalmente se sienten avergonzados enfáticamente. El remordimiento es a menudo genuino, pero es impredecible que vuelvan a intentar suicidarse o no. Pueden intentarlo de nuevo la próxima vez que se emborrachen o se droguen, o nunca más en su vida. Por lo tanto, el ingreso hospitalario no suele estar indicado. El abuso de sustancias y las razones subyacentes del mismo son generalmente una preocupación mayor en estas personas y deben ser abordadas de la manera más agresiva posible.
  4. Están pidiendo ayuda a gritos, y no saben de qué otra forma conseguirla. Estas personas no suelen querer morir, pero sí quieren alertar a los que les rodean de que algo anda muy mal. A menudo no creen que van a morir, frecuentemente eligiendo métodos que no creen que puedan matarlos para llamar la atención sobre sus desafíos, pero a veces están trágicamente mal informados. Por ejemplo, una joven adolescente que sufre una angustia genuina porque se siente sola o se ha metido en una pelea devastadora con sus padres, puede tragarse una botella de Tylenol, sin darse cuenta de que, en dosis suficientemente altas, el Tylenol causa un daño hepático irreversible. He visto a más de un adolescente morir de una muerte horrible en una UCI días después de esa ingestión, cuando el remordimiento ya les ha curado de su deseo de morir y se ha logrado su verdadero objetivo de alertar a sus seres queridos de su angustia.
  5. Tienen un deseo filosófico de morir. La decisión de morir por suicidio para algunos se basa en una decisión razonada, a menudo motivada por la presencia de una dolorosa enfermedad terminal de la que existe poca o ninguna esperanza de indulto. Esta gente no está deprimida, psicótica, sensiblera o pidiendo ayuda a gritos. Están tratando de tomar el control de su destino y aliviar su propio sufrimiento, lo que por lo general sólo se puede hacer en la muerte. A menudo ven su decisión de morir por suicidio como una manera de acortar una muerte que sucederá de todos modos. En mi opinión, si estas personas son evaluadas por un profesional cualificado que puede excluir de forma fiable las otras posibilidades de por qué se desea el suicidio, debería permitirse que estas personas mueran por su propia cuenta.
  6. Han cometido un error. Se trata de un fenómeno reciente y trágico, en el que típicamente los jóvenes coquetean con la privación de oxígeno por lo alto que conlleva y simplemente van demasiado lejos. La única defensa contra esto me parece, es la educación.

Ahora vamos a reflexionar un poco: ¿Puede un cristiano padecer estas cosas?

  1. Depresión. 2. Psicopatías/Paranoias. 3. Impulsividad. 4. Llamada de atención con las peores consecuencias
    5. Deseo de morir por puro dolor. 6. Cometer un error grave

Evidentemente todas estas pueden afectar a un cristiano, pero de alguna manera creemos que un cristiano debe de tener un superpoder o algo que le permita no terminar como termina la gente del mundo. Total, nosotros tenemos una esperanza eterna, una promesa de salida del problema, unas promesas de no estar solos, unas promesas de darnos las fuerzas para poder soportar la prueba. Y sin embargo la semana pasada se suicidaba el tercer pastor en tres semanas en Estados Unidos. Y eso nos lleva al punto 2

2. ¿Puede un cristiano de verdad llegar a suicidarse?

Uno de los argumentos más utilizados para los que defienden que un cristiano no debería poder suicidarse es que como el Espíritu Santo vive en nosotros, no nos permitiría llegar tan lejos. Y si lo hacemos, entonces es que no éramos verdaderos cristianos.

Este me parece que es un argumento frío y sin cariño hacia los afectados, es una especie de brocha gorda para parchear el tema y que dejen de preguntarte, pero ¿qué dice la Biblia al respecto? Pues es muy curioso, en la Biblia se habla de 8 suicidas que caen en distintas categorías

  1. Abimelec
    52 Y Abimelec vino a la torre, la atacó y se acercó a la entrada de la torre para prenderle fuego. 53 Pero una mujer arrojó una muela de molino sobre la cabeza de Abimelec rompiéndole el cráneo. 54 entonces él llamó apresuradamente al muchacho que era su escudero, y le dijo: Saca tu espada y mátame, no sea que se diga de mí: “Una mujer lo mató.” Y el muchacho lo traspasó, y murió.
    Evidentemente no estaba deprimido ni era un psicótico. Tenía un deseo filosófico de morir y ordenó a otra persona a que lo matase para no perder su orgullo. Caso 5
  2. Ahitofel
    23 Viendo Ahitofel que no habían seguido su consejo, aparejó su asno, se levantó y fue a su casa, a su ciudad, puso en orden su casa y se ahorcó. Así murió, y fue sepultado en la tumba de su padre.
    Esta persona le entró una depresión de caballo cuando David volvía para reconquistar su trono de Absalón. Como escogió el bando equivocado, lo dio todo por perdido y se mató.
  3. Zimri
    18 Y sucedió que cuando Zimri vio que la ciudad era tomada, entró en la ciudadela de la casa del rey, prendió fuego sobre sí a la casa del rey y murió
    Pues igual que Ahitofel. Apostó todo y perdió, por lo que se quitó la vida a lo bonzo, quemándose vivo dentro del palacete del rey que había tomado.
  4. Judas
    3 Entonces Judas, el que le había entregado, viendo que Jesús había sido condenado, sintió remordimiento y devolvió las treinta piezas de plata a los principales sacerdotes y a los ancianos, 4 diciendo: He pecado entregando sangre inocente. Pero ellos dijeron: A nosotros, ¿qué? ¡Allá tú! 5 Y él, arrojando las piezas de plata en el santuario, se marchó; y fue y se ahorcó.
    Es el más famoso de la Biblia. Creo que cae en la categoría 3 de impulsividad. De repente quiso traicionar a Jesús. Luego se arrepintió. Luego quiso arreglarlo y finalmente cuando no pudo, fue y se ahorcó.
  5. Uza
    6 Cuando llegaron a la era de Nacón, los bueyes tropezaron y Uzá echó mano al Arca para sujetarla. 7 Pero el Señor se enfureció con Uzá, lo fulminó allí mismo por su atrevimiento y murió junto al Arca de Dios.
    Creo que este es el único de la Biblia que cae en la categoría 6, muerto por error. Uza sabíaque tocar el arca estaba prohibidísimo, pero buscó una excusa “ay! Que casi se cae” y Dios, que había dado instrucciones claras, se enfada con este listillo y lo termina ahí mismo.
  6. Y 7. Saúl y su escudero
    2 Los filisteos persiguieron muy de cerca a Saúl y a sus hijos, y mataron a Jonatán, a Abinadab y a Malquisúa, hijos de Saúl. 3 Y arreció la batalla contra Saúl, los arqueros lo alcanzaron y fue herido por ellos. 4 Entonces Saúl dijo a su escudero: Saca tu espada y traspásame con ella, no sea que vengan estos incircuncisos y hagan burla de mí. Pero su escudero no quiso, porque tenía mucho miedo. Por lo cual Saúl tomó su espada y se echó sobre ella. 5 Al ver su escudero que Saúl había muerto, él también se echó sobre su espada y murió
    Mismo caso que Abimelec. Se ve acorralado por las circunstancias y se suicida para tener le control una última vez. Su escudero, al haber fallado al rey protegiendo su vida, hace lo mismo, con lo que es el caso de Zimri.

El número 8 me lo guardo. Pero hay un detalle que no quiero dejar de mencionar. ¿Te has dado cuenta de lo que dice la Biblia justo después? Pues nada, no dice nada de nada. No dice que se fueron ni al cielo ni al infierno, no juzga si habían vivido como buenos creyentes judíos o cristianos, no dice donde van a pasar la eternidad ni nada. Es decir, la Biblia nos da 0 pistas en estos 7 actos sobre lo que va a pasar. Sin embargo, en España casi todos los creyentes creen que deberían ir de cabeza al infierno. ¿Por qué si la Biblia no dice algo nos lo inventamos? No lo sé, pero el argumento que usan lo de esta postura es el siguiente:

Bueno Benji, como solo Dios puede dar la vida, solo Dios puede quitarla. Si tú te la quitas estás tomando el lugar de Dios y es un pecado imperdonable”.

Este es un argumento sacado de el Señor de los Anillos, pero no de la Biblia. Esta es la frase que Gandalf le dice a Frodo en las cuevas de Moriah cuando debaten si matar a Gollum o no. Repito: esta frase, este argumento, no es Biblia, es Tolkien.

Pero vamos a intentar repasarlo de forma lógica, yo siempre animo a usar el cerebro.

  1. Si solo Dios puede dar la vida y solo Dios puede quitarla: ¿Qué pasa un soldado que mata a otro en acto de guerra? Debería ir al infierno, sea cristiano o no, ya que ha quitado una vida de otra persona. No se sostiene porque muchas veces Dios ordenó a su pueblo a conquistar la tierra prometida pasando por encima de los cananeos, ferezeos, filisteos, amalecitas y todos los que pululaban por ahí. Así que parece que los soldados están exentos de esta norma inventada
  2. Cuando en una guerra un soldado da su vida tirándose encima de una granada para salvar a su equipo, es un suicidio en toda regla. Sin embargo, al enterrarle solo se dice “fue un héroe” y “Dios lo acoja en su seno” o “nos salvó a todos”. A nadie se le ocurre decir que el soldado se va al infierno por proteger a los suyos.
  3. Cuando hay un accidente de tráfico, no es intencional, pero si alguien atropella a un peatón porque no lo vio… ¿se va al infierno? Ah no, que fue sin querer. Vaya, esta regla inventada tiene muchas excepciones por lo que veo.
  4. Dice el argumento que cuando matas están tomando el lugar de Dios. Entonces si tienes a un pariente enfermo conectado a una máquina de asistencia, con muerte cerebral, sin pulmones y con el corazón sin latir, si le desconectas en una eutanasia pasiva, eso significa que estás tomando el lugar de Dios. ¿Ah no? ¡Ah! Que como realmente ya está clínicamente muerto, no estás tomando el lugar de Dios, estás tomando una decisión responsable.
  5. Cuando decide una mujer cortar un embarazo no deseado y mata a la criatura que se está gestando, ¿no es un asesinato? ¿Acaso no tiene perdón de Dios? Claro que sí, en Dios hay restauración y si acepta el regalo de la gracia tendrá la oportunidad de conocer a esos hijos que no tuvo en el cielo.

¿Entonces por qué narices aplicamos una regla diferente para los que se han suicidado? Imagínate que tiene una psicosis y cree que la ventana del noveno piso es la entrada a una tienda de flores. La abre y cae al vacío. ¿Es culpable? No, claro que no, es víctima de sus propios delirios imaginados, no podemos culparle.

Cuando era niño jugábamos en las vías del tren a ver quien se levantaba el último. Como éramos muy cobardes nos levantábamos en cuanto oíamos los más mínimo. Pero en las noticias podías leer que “los valientes” habían sido arrollados por la locomotora. Somos niños e inconscientes, o sea que unos niños así, por tontos, nos podía agarrar el tren y matarnos. ¿Habríamos ido al infierno? La estupidez es mucha y seríamos de la categoría 6, muertos por accidente, pero no creo que nadie dijera en los entierros “estos al infierno”. Pues claro que no.

El argumento es MUY flojo, como puedes ver. Hace más aguas que el titanic, pero por algún motivo la gente lo sigue usando. Pues nada, la estupidez es contagiosa, pero no te dejes contagiar, ahora sabes la verdad.

Suicidio nº8

Hubo otro suicida en la Biblia, pero lo he dejado para el final. Jueces 16:
28 Entonces clamó Sansón a Jehová, y dijo: Señor Jehová, acuérdate ahora de mí, y fortaléceme, te ruego, solamente esta vez, oh Dios, para que de una vez tome venganza de los filisteos por mis dos ojos.

29 Asió luego Sansón las dos columnas de en medio, sobre las que descansaba la casa, y echó todo su peso sobre ellas, su mano derecha sobre una y su mano izquierda sobre la otra.

30 Y dijo Sansón: Muera yo con los filisteos. Entonces se inclinó con toda su fuerza, y cayó la casa sobre los principales, y sobre todo el pueblo que estaba en ella. Y los que mató al morir fueron muchos más que los que había matado durante su vida.

31 Y descendieron sus hermanos y toda la casa de su padre, y le tomaron, y le llevaron, y le sepultaron entre Zora y Estaol, en el sepulcro de su padre Manoa. Y él juzgó a Israel veinte años.

Varias reflexiones aquí antes de la pausa musical, que te voy a contestar pero quiero que las pienses:

¿Qué quería Sansón? Matarse vengándose de sus problemas y, de paso, matar a los que estaban pasando por ahí

¿Lo consiguió? Sí. ¿Quién le dio las fuerzas para suicidarse? Dios

Si Dios estuviera contra el suicidio como un pecado capital, entonces no le habría devuelto las fuerzas, ¿No? Dios no enviaría a su propio escogido al infierno de esa manera, porque entonces Dios no sería un Dios justo. Estaría provocándote a condenarte tú mismo, y eso Dios no puede hacerlo, va contra su naturaleza.

¿Dónde lo enterró su familia? Con su padres. En la Biblia los que se suicidaban no iban a un cementerio especial o aparte de los otros muertos, sino que no se consideraba nada especial.

¿Qué dice la Biblia al respecto de este suicidio? Que juzgó a Israel 20 años. Ni mú de su destino final.

Y otra que quiero que pienses y no te voy a responder. Jesús fue a la cruz como cordero llevado a matadero. Iba a morir injustamente y lo sabía. Y no solo lo sabía sino que tenía el poder de pararlo cuando quisiera, pero no lo hizo. ¿Era un suicidio? Pues no, pero muy cerca estaba. Tenía el poder de pararlo y no lo hizo. Es de la categoría de los soldados que mueren por un bien mayor. Cristo no se suicidó, sino que se sacrificó para poder rescatarnos a nosotros. Para salvarnos de la bomba del pecado, Cristo mismo se lanzó encima y la absorbió. Todo el pecado del mundo fue sobre él. El mayor héroe de todos los tiempo se sacrificó por otros como él mismo dijo: No hay mayor amor que este, que el que da su vida por sus amigos.

Evidentemente uno que se suicida es una víctima de las circunstancias, da igual si es caso 1,2,3,4,5 o 6. Por eso es importante no verlos como pecadores empedernidos o condenados al infierno, sino como víctimas de las circunstancias a los que les pudo fallar la fe en un momento de debilidad. Una pausa musical.

4. ¿Entonces a Dónde van los suicidas?

Según la biblia, el suicidio no es lo que determina si una persona logra entrar al cielo. Si una persona no salva se suicida, no ha hecho nada más que «acelerar» su viaje al infierno. Sin embargo, esa persona que se suicidó estará en el infierno por rechazar la salvación a través de Cristo, no porque se suicidó. ¿Qué dice la biblia acerca de un cristiano que comete suicidio? Yo no creo que un cristiano que comete suicidio pierda la salvación y vaya al infierno. La Biblia enseña que desde el momento en que una persona cree en Cristo verdaderamente, está eternamente segura (Juan 3:16). De acuerdo con la Biblia, los cristianos pueden saber que poseen vida eterna, más allá de cualquier duda, sin importar lo que suceda. «Estas cosas os he escrito a vosotros que creéis en el nombre del Hijo de Dios, para que sepáis que tenéis vida eterna, y para que creáis en el nombre del Hijo de Dios» (1ª Juan 5:13). ¡Nada puede separar a un cristiano del amor de Dios! «Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro» (Romanos 8:38-39). Si «ninguna cosa creada» puede separar a un cristiano del amor de Dios, y si incluso un cristiano que comete suicidio es una «cosa creada», entonces ni siquiera el suicidio puede separarlo del amor de Dios. Jesús murió por todos nuestros pecados, y si un verdadero cristiano, en un tiempo de ataque espiritual y debilidad, comete suicidio, ese sería un pecado cubierto por la sangre de Cristo.

¿Entonces no pasa nada?

El suicidio sigue siendo un pecado grave contra Dios. De acuerdo con la Biblia, el suicidio es asesinato; siempre está mal. Yo tendría serias dudas acerca de la autenticidad de la fe de cualquiera que clama ser cristiano y sin embargo comete suicidio. No hay circunstancia que pueda justificar a alguien, especialmente a un cristiano, que se quite la vida. Los cristianos son llamados a vivir sus vidas para Dios, y la decisión de cuándo morir es de Dios y solamente de Dios. Si bien esto no describe el suicidio, el versículo bíblico de 1ª Corintios 3:15, es probablemente una buena descripción de lo que le sucede a un cristiano que comete suicidio: «El mismo será salvo, pero como quien pasa por el fuego.»

Además, un suicidio para mí es un acto muy egoísta en ocasiones. Es no querer o no poder enfrentar los problemas, una familia que no lo supo o no lo quiso ver. Otras veces simplemente la gente es víctima de sus circunstancias y lo único que podemos hacer es amar a la familia y amigos que quedaron atrás desconsolados. Al menos ahora sabemos la verdad, es un pecado grave pero no es un pecado condenatorio. Consuela a la familia con esto.

4. Entonces cual es el pecado imperdonable

Vale Benji, me has convencido pero hay un pecado que la Biblia dice que es imperdonable.

El “pecado imperdonable” o “la blasfemia contra el Espíritu Santo” se menciona en el Nuevo Testamento en Marcos 3:22-30 y Mateo 12:22-32. De cierto os digo que todos los pecados serán perdonados a los hijos de los hombres, y las blasfemias cualesquiera que sean (Marcos 3:28), pero luego hace una excepción: “pero cualquiera que blasfeme contra el Espíritu Santo, no tiene jamás perdón, sino que es reo de juicio eterno” (versículo 29).

De acuerdo a Jesús, el pecado imperdonable es único. Es la única iniquidad que nunca será perdonada («nunca» es el significado de «ni en este siglo ni en el siglo venidero» en Mateo 12:32). El pecado imperdonable es la blasfemia («irreverencia desafiante») del Espíritu Santo en el contexto de la obra del Espíritu en el mundo a través de Cristo. En este pasaje, los fariseos, habiendo sido testigos de pruebas irrefutables de que Jesús estaba realizando milagros en el poder del Espíritu Santo, en vez de reconocerlo, aseguraban que Él estaba poseído por el demonio “Beelzebú” (Mateo 12:24; Marcos 3:30).

Los líderes judíos de los días de Jesús cometieron el pecado imperdonable al acusar a Jesucristo (en persona, en la tierra) de estar poseído por el demonio. No tenían excusa para tal acción. No hablaban por ignorancia o por malos entendidos. Los fariseos sabían que Jesús era el Mesías enviado por Dios para salvar a Israel. Sabían que las profecías se estaban cumpliendo. Vieron las maravillosas obras de Jesús, y oyeron su clara presentación de la verdad. Sin embargo, deliberadamente escogieron negar la verdad y calumniar al Espíritu Santo. Estando de pie ante la Luz del Mundo, inmersos en Su gloria, cerraron obstinadamente sus ojos y se cegaron voluntariamente. Jesús pronunció que ese pecado era imperdonable.

La blasfemia contra el Espíritu Santo, tan específica como lo fue para la situación de los fariseos, no puede ser duplicada hoy en día. Jesucristo no está en la tierra, y nadie puede ver personalmente a Jesús realizar un milagro y luego atribuir ese poder a Satanás en lugar del Espíritu. El único pecado imperdonable hoy en día es el de la continua incredulidad. No hay perdón para una persona que muere rechazando a Cristo. El Espíritu Santo está obrando en el mundo, convenciendo de pecado, justicia y juicio a los que no son salvos (Juan 16:8). Si una persona se resiste a esa convicción y continúa sin arrepentirse, entonces está eligiendo el infierno en vez del cielo. «Sin fe es imposible agradar a Dios» (Hebreos 11:6), y el objeto de la fe es Jesús (Hechos 16:31). No hay perdón para alguien que muere sin fe en Cristo.

Dios ha provisto a Su Hijo para nuestra salvación (Juan 3:16). El perdón se encuentra exclusivamente en Jesús (Juan 14:6). Rechazar al único Salvador es quedarse sin medios de salvación; rechazar el único perdón es, obviamente, imperdonable.

Mucha gente teme haber cometido algún pecado que Dios no puede o no quiere perdonar, y sienten que no hay esperanza para ellos, sin importar lo que hagan. Nada le gustaría más a Satanás, que mantenernos trabajando bajo este concepto erróneo. Dios anima al pecador que siente la convicción de su pecado: «Acercaos a Dios, y él se acercará a vosotros» (Santiago 4:8). «cuando el pecado abundó, sobreabundó la gracia» (Romanos 5:20). Y el testimonio de Pablo es una prueba positiva de que Dios puede y salvará a cualquiera que venga a Él con fe (1 Timoteo 1:12-17). Si estás sufriendo bajo una carga de culpa hoy, puedes estar seguro de que no has cometido el pecado imperdonable. Dios está esperando con los brazos abiertos. La promesa de Jesús es que «por lo cual puede también salvar perpetuamente a los que por él se acercan a Dios» (Hebreos 7:25). Nuestro Señor nunca fallará. «He aquí Dios es salvación mía; me aseguraré y no temeré; porque mi fortaleza y mi canción es el Señor, quien ha sido salvación para mí» (Isaías 12:2).

Bueno amigos, hasta aquí el programa de hoy. Espero que no te haya explotado la cabeza. Dios tiene perdón para todos los pecados, incluido el suicidio, y consuelo para los que habéis tenido familiares que han caído en esto. A estas familias os digo: Tranquilos, el Señor los juzgará por su vida, no por su muerte.

Toda esta reflexión la podéis encontrar desde hoy en mi blog: www.benjifrugoni.com

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