Está vestida de fortaleza y dignidad, y se ríe sin temor al futuro. Cuando habla, sus palabras son sabias, y da órdenes con bondad. Está atenta a todo lo que ocurre en su hogar, y no sufre las consecuencias de la pereza.

Ya casi llegamos al final de esta serie chic@s. En estos versículos hay cosas que tenemos que trabajar en nosotras. Aquí nos habla sobre la vestimenta pero de dentro no de fuera, sin embargo es algo que también debemos cuidar, el cómo nos vestimos, si es provocativo o decoroso. Y el otro punto es que cada día debemos vestirnos de fuerza y dignidad ¿esto a que se refiere? en el diccionario la palabra dignidad habla sobre: “Cualidad del que se hace valer como persona, se comporta con responsabilidad, seriedad y con respeto hacia sí mismo y hacia los demás y no deja que lo humillen ni degraden.” Y ser mujeres que no teme a lo que viene porque confía en Dios, sabe que no le faltara nada, porque Dios esta con ella en cada momento.

Debemos levantarnos cada día como mujeres valientes, luchadoras, sabiendo el valor que tenemos y que nadie pueda humillarnos o tratarnos mal. Sus palabras son sabias, ¡esto es super importante chicas! ya que muchas de nosotras esta diciendo cuanta cosa piensa sin hacer filtros, en que lo que se esta diciendo puede ser bueno o no, lo mejor es siempre tener palabras de bondad y estar atentas cuando queramos saltarnos esto y dejarnos llevar. Dios nos dice en su palabra que pidamos sabiduría, por eso en nuestras oraciones de cada día, debemos pedir a Dios por sabiduría ya que esto hará que sepamos actuar con mejor ante cualquier situación y no equivocarnos tanto como cuando tomamos decisiones por nuestra propia cuenta.

El siguiente versículo nos habla de que debemos estar atentas a todo lo que ocurre en nuestro hogar, para las casadas seria estar pendiente de su esposo y sus hijos que tengan vestimenta adecuada y buen estado, así como una buena alimentación y que exista una buena relación y amor dentro de casa y para las solteras seria velar por sus padres, el trato que les damos, las necesidades que estos puedan estar pasando, ayudando en casa con la limpieza, orden y ser obedientes, escucharles, y llenarlos de cariño. Cuando somos muy jóvenes a veces puede llegar a fastidiarnos, pero cuando crecemos y somos adultos necesitamos muchísimo mas de ellos, debemos valorarlos en todo momento. Cuando aplicamos todas estas cosas estamos dejando a un lado las consecuencias de la pereza.

No es ociosa, sino que se preocupa por su crecimiento espiritual y ocupa su mente en cosas productivas.

Publicaciones Similares

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *