Al describir el modo de vestir apropiado para las mujeres en la iglesia, el apóstol Pablo exhorta a vestirse «de ropa decorosa» con «pudor y modestia», y luego pasa a contrastar el vestido inapropiado con las buenas obras que son apropiadas para aquellos que profesan ser verdaderos adoradores de Dios (1ª Timoteo 2:9-10 Asimismo que las mujeres se atavíen de ropa decorosa, con pudor y modestia; no con peinado ostentoso, ni oro, ni perlas, ni vestidos costosos, sino con buenas obras, como corresponde a mujeres que profesan piedad). La modestia en la forma de vestir no es sólo para la iglesia; debe ser el estándar para todos los cristianos en todo momento. La clave para entender lo que constituye la modestia en el vestido, es examinar las actitudes y las intenciones del corazón. Aquellos cuyos corazones están inclinados hacia Dios, harán todo lo posible para vestirse de manera modesta, decente y apropiada. Aquellos cuyos corazones están inclinados hacia el yo, se vestirán de una forma diseñada para llamar la atención a sí mismos con poca o ninguna consideración por las consecuencias para ellos mismos u otras personas.
Una mujer piadosa se esfuerza por hacer todo con una perspectiva piadosa. Ella sabe que Dios quiere que Su pueblo esté preocupado por Su gloria, y el estado espiritual de sus hermanos y hermanas en Cristo. Si una mujer profesa ser cristiana y sin embargo se viste de una manera que indebidamente llama la atención sobre su cuerpo, ella es un pobre testigo de Aquel que compró su alma al morir por ella en la cruz. Ella olvida que su cuerpo ha sido redimido por Jesucristo y ahora es el templo del Espíritu Santo (1ª Corintios 6:19-20 ¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros? Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios). Le dice al mundo que ella ve su propio valor como puramente físico y que su atractivo para los demás depende de cuánto de su cuerpo se revela a ellos. Además, al vestirse de manera inmodesta, exponiendo su cuerpo a los hombres para que lo codicien, ella incentiva a sus hermanos en Jesucristo a pecar, algo condenado por Dios (Mateo 5:27-29 Oísteis que fue dicho: No cometerás adulterio. Pero yo os digo que cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón. Por tanto, si tu ojo derecho te es ocasión de caer, sácalo, y échalo de ti; pues mejor te es que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea echado al infierno). Proverbios 7:10 menciona a una mujer «…Con atavío de ramera y astuta de corazón». Aquí vemos la descripción de una mujer cuyo corazón se muestra por su forma de vestir.
La Escritura dice que una mujer debe vestirse modestamente, pero ¿qué significa eso exactamente en la sociedad moderna? ¿Una mujer tiene que cubrirse de la cabeza a los pies? Hay sectas y religiones en el mundo que exigen esto de la mujer. Pero, ¿es esto el significado bíblico de la modestia? Una vez más, tenemos que volver a la cuestión de las actitudes del corazón. Si el corazón de una mujer se inclina hacia la piedad, ella llevará ropa que no es provocativa ni reveladora en público, ropa que no refleja negativamente sobre su testimonio personal como hija de Dios. Incluso cuando todos los demás se visten inmodestamente, ella resiste la tentación de unirse con la multitud. Ella sabe que este tipo de ropa está diseñada para llamar la atención sobre su cuerpo y provocar a los hombres a la lujuria, pero es lo suficientemente sabia para saber que ese tipo de atención sólo la desvaloriza. La idea de provocar a los hombres a pecar contra Dios debido a su vestimenta, es aborrecible para ella porque busca amar y honrar a Dios y quiere que otros hagan lo mismo. La modestia en el vestido revela una modestia y piedad del corazón, actitudes que deben ser el deseo de todas las mujeres que viven para agradar y honrar a Dios.