No encontrarás un texto bíblico que te anime a dejar el trabajo en el reino porque te sientas insatisfech@. A veces en la vida de la iglesia, se escucha un lenguaje «problemático» relacionado con la soltería. «¿Cómo resolvemos el problema de la soltería?»
No me malinterpretes. Entiendo la pregunta y la preocupación. En la cultura española se ha trastocado el matrimonio. La edad promedio para casarse solía ser alrededor de los 26 años para ambos sexos; ahora se está acercando a los 35 años. Este es un asunto que requiere una seria atención pastoral, ya que nuestra cultura ha cambiado totalmente.
Me gustaría simplemente señalar el hecho de que la soltería, per se, no es un problema. En las Escrituras, es una oportunidad. Las palabras de Pablo en 1 Corintios 7 hablan directamente de esta verdad: el que está casado está ansioso por las preocupaciones terrenales, mientras que la persona soltera es capaz de enfocarse en las cosas celestiales (1 Corintios 7:33). De entrada, es una palabra muy fuerte para que la consideremos.
La soltería no tiene por qué ser un problema. Puede ser una oportunidad. Puede que no hayas elegido ser soltero; puede que no quieras ser soltero. Lo entiendo. El matrimonio es un buen regalo de Dios. Pero piensa en ello: no encontrarás un texto bíblico que te anime a dejar el trabajo del reino porque te sientas están insatisfech@. El reino de Cristo no es el Equipo de los Galácticos, o de Auto-Pensamiento Positivo. El reino de Cristo está formado por peregrinos que viajan por este mundo solitario hasta llegar a la gloria. Vivimos la vida diariamienta, en todo momento, pero esto no significa necesariamente que nos encontremos en el camino que habríamos elegido para nosotros mismos. Somos un pueblo que trabaja para Dios dondequiera que Él nos lleve. Aunque eso no signifique nuestra visión preferida o una que nunca habíamos anticipado.
Podemos orar para casarnos. Lo elogio. Puede ser un serio desafío espiritual no estar casado/a, es comprensible. Pero cualquiera que sea tu estado, desconecta del falso lenguaje sobre «problema de la soltería». ¡No es un problema! Asegúrate de no perder la gloria que Dios por estar viviendo en un estado de lamento contínuo. Esta vida puede ser dura e incluso cruel, pero Dios es bueno, y quiere que vivas una vida sana y santa dondequiera que te coloque.
Puedes elegir cómo mirar a tu soltería. Si quieres verlo como un problema y una carga terrible, puedes verlo de esa manera. O ver cómo Dios renueva aún las partes más difíciles de nuestras vidas y ver tu soltería como una oportunidad. Piensa en el concepto de Evangelio de Riesgo (Ir a sitios complicados de verdad en misiones), puedes servir a y en tu iglesia, construir una vocación que honre a Dios y encima disfrutar de la vida. El hecho es que mientras no estés casado, tu tiempo es realmente tuyo. El camino está abierto de par en par. Tu Dios es grande, y gobierna sobre todo. Él te ama en Cristo.
Suena más a vida llena de oportunidades y llena de posibilidades que de lamento y lloro.